miércoles, 9 de diciembre de 2015

Tren-que-no-fue / Irrail

Irrail es la metáfora de un cuento mil veces conocido. La de un caso entre un millón; solo la muestra particular de una totalidad que nos hemos acostumbrado a asimilar. Decimos Irrail pero es el sueño de un tren más viejo que todos nosotros. Un tren que transporta consigo los anhelos de progreso, dignidad y futuro, pero que se ha perdido en los múltiples desvíos del tiempo y que no ha llegado hasta quienes aún hoy lo esperan. Las promesas de quienes, dijeron, traerían este tren vuelan lejos. Hace mucho que se fueron. Pero la esperanza tarda mucho más en partir; arraiga fuerte y se ha quedado sin tren con el que escapar. 

Este Irrail, un tren irreal y un raíl que solo existe en nuestros sueños, narra la historia que se esconde, silenciosa, tras los muros de estas infraestructuras que hay por todo Teruel. La línea de ferrocarril entre Alcañiz y Teruel tuvo un día el sentido de vertebrar nuestro territorio, de servir para unir los centros económicos y de población más importantes de la población. El proyecto data de los años 20 del siglo pasado y fue entonces, en 1927, cuando se comenzaron las obras para llevarlo a cabo. Después de innumerables parones las obras se pararon definitivamente en 1935 por falta de fondos y de voluntad política para continuarlas. La guerra haría que el proyecto se desestimara definitivamente. 

En este corto se nos cuenta aquello que pudo ser y que no fue. Irrail está vertebrado por las historias y las creencias de Francisco González Alcalde, mi abuelo, quien nos cuenta desde su experiencia como ferroviario turolense qué sabe de esta vía y cuál es su opinión sobre la situación en la que ha quedado. Junto a sus testimonios, un buen número de performances  que simbolizan a la perfección todo lo que el tren que no fue representa. Nada más ni nada diferente de lo que cualquiera de nosotros sentimos al comprender que nuestra tierra es permanentemente olvidada. Hay rabia y hay desazón, pero también hay resignación e incredulidad.

Los sueños sobre lo que pudo ser se entremezclan con una realidad que no ha sido, con una esperanza que todavía pervive pero que, vieja y cansada, desiste ya, recogida al abrigo de su última parada. Un puente hay que nunca llegó a usarse pero también varias estaciones que tampoco llegaron a tener servicio. Edificios que no caen porque han sido cimentados con el olvido y que permanecen, bellos y solitarios, en medio de la nada para recordarnos las promesas que nunca han sido cumplidas. La maleza cubre ya su suelo y sus paredes se han convertido en lienzo de la memoria local. Muchos tejados han caído para dejar ver el cielo a unos pasajeros fantasma cuya esperanza lleva demasiado tiempo esperando.  

En Irrail yo redescubro a un yayo reivindicativo, consciente de la injusticia histórica que con nuestra tierra han cometido. Mi abuelo ha dedicado toda su vida al ferrocarril y al carbón, consciente de que el progreso y el desarrollo de su tierra pasaba en buena medida por las máquinas de vapor que conducía. Pero él no podía construir líneas como tampoco podía conducir por trazados que nunca tuvieron raíl. Así pues, en su resignación, no nos dice nada que cualquier otro turolense no pueda reconocer: “¿Perdedores? La provincia de Teruel”; “No es cuestión de mucho dinero, es cuestión de que Teruel diga: a por ello. Y ahí sí que tienen que intervenir los políticos”.  

No solo ha sido el olvido de nuestra tierra a la que nos tienen acostumbrados, es que durante la construcción había más de 2000 trabajadores que se quedaron prácticamente sin nada al cerrarse el proyecto. Todos ellos sufrieron la desgracia de trabajar en una tierra pobre que en Madrid interesaba ciertamente poco. De algún modo Irrail también les hace homenaje a ellos, constructores invisibles y negados de la historia a los que se les arrebató el propio fruto de su trabajo.

Así es la historia que nos acompaña, a la que por desgracia estamos acostumbrados pero que queda bien explicitada en este caso. Un tren que no fue, un camino que nos fue negado. Un futuro que desapareció con ese tren que se perdió en lo onírico. Como lo hizo también el tren de Andorra y otras muchas líneas aragonesas que si bien llegaron a construirse luego fueron deshechas porque ya habían cumplido su función. Por ello, cuando llegó el momento de abandonar la tierra y emigrar, ni siquiera lo pudimos hacer en un tren que nos llevara a un futuro lejos de nuestras ya despobladas comarcas. Hubimos de mancharnos con la tierra del camino, andar resignados y olvidando que, de algún modo, una pequeña parte de nuestra dignidad se había perdido también con ese tren soñado. 

Guillén González

lunes, 30 de noviembre de 2015

I Domingo Creativo, 1 de febrero 2015

El Colectivoenconstrucción quedó más que satisfecho con el primer encuentro de creadores y de gente interesada en las artes del ámbito andorrano. Esperábamos llenar unas 15 o 20 sillas, pero la Discoteca Galaxia se llenó. Nos cortamos a la hora de cocinar para que no sobrara nada, pero nos faltó comida. No cobramos entrada para que nadie se quedara fuera y os portasteis genial con las colaboraciones. 

GRACIAS, MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS QUE OS GUARDASTEIS LA VALIOSA TARDE DE DOMINGO PARA PARTICIPAR EN ESTA INICIATIVA.

Nuestro objetivo era doble. Por un lado, dar a conocer y disfrutar de los trabajos de creadores de Andorra y de ámbitos cercanos. Todos aceptaron sin dudarlo la invitación de actuar y compartir sus palabras, música y movimientos en esta cita, pues simpatizaron enseguida con el proyecto. El primer objetivo creemos que se cumplió, o al menos eso nos hicisteis llegar: “Gracias por regalarnos este domingo” “Me llevo dos versos a mi casa” “¿Para cuándo la próxima?”. Y esto no se hubiera podido cumplir, desde luego, sin vuestra presencia, pero sobre todo sin la colaboración desinteresada de los creadores.

GRACIAS, MUCHAS GRACIAS A TITIRIPEPA, FRAN MARTÍNEZ, LA GENTE DE “POR AMOR AL ARTE” Y MALARAZA.

Pepa, Repepa, Titiripepa (titiripepa@gmail.com), nos “encantó”, de verdad, con sus palabras, tanto a niños como mayores. Discurrir versos debería entrar con más frecuencia en nuestros planes. 

Fran Martínez, componente de Teatro PezKao (teatropezkao@teatropezkao.com; https://www.youtube.com/watch?v=c0RDs0F7I7Q), nos dejó helados y reflexivos. ¿Cuándo nos hemos parado a pensar en las dosis de violencia que tragamos cada día? ¿Puede y debe pensarse ésta desde el arte, el teatro, el humor?

La performance del autor Álvaro Lombarte nos mostró, a través de la danza, la angustia del artista en su lucha por desvelar la belleza, donde aparecen los miedos con forma de máquina infernal (Compañía: Sinergias de hoy, título: Miedo al Blanco, danza y coreografía: Laura Lombarte, Vicente Mora).

Muchos conocíamos las andanzas de Raúl, César, Toño y Tello (facebook: MalaRaza), pero pocos los habíamos visto en escena juntos. Rap contestatario, por supuesto, en una mezcla explosiva que a más de uno llegó bien adentro. Pablo Rocu se unió a ellos para contarnos con versos su búsqueda de identidad aquí y allá, en España y Chile (facebook: Pablo Rocu).

Guillén escribió y leyó un texto acerca del corto Irrail, una de las primeras creaciones de Colectivoenconstrucción. La vida de su abuelo se mezclaba con la de otros muchos y eso es lo que expresó, contextualizando históricamente un relato que había sido contado desde el videoarte.

El espacio dedicado a la poesía gozó de gran participación, lo que no deja de sorprender gratamente, siendo un género literario tan necesario como marginado en nuestro día a día. 

Empezamos a conocernos y de eso trataba el segundo objetivo. Colectivoenconstrucción además de intentar ampliar la agenda artística andorrana, nació con la idea de consolidarse como grupo de trabajo. Los Domingos Creativos servirían entonces para dar a conocer esta idea y que las personas interesadas en ella se pusieran en contacto con el Colectivo y empezar a trabajar. 

Pero, ¿en qué consiste este grupo de trabajo? Colectivoenconstrucción sería un grupo de creadores artísticos, profesionales o no, de todas las disciplinas, que trabajaran colectivamente para reflexionar e intervenir desde y en nuestro entorno. Ejemplo: escoger una fiesta popular, como San Antón, y repensarla desde el presente para añadirle un nuevo significado actual. Forma parte de nuestra identidad y así podríamos seguir construyéndola. ¿Se podrían crear obras de cartón para quemarlas?, ¿poner música a esa noche?, ¿proyectar vídeos en la hoguera?

El próximo 27 de diciembre nos vemos de nuevo las caras y hablamos de todo ello. Sería perfecto que de ahí saliera un primer listado de personas interesadas y comprometidas y una primera cita para empezar ¡a crear!

No queremos despedirnos sin mencionar a la gente que en el último momento echó una mano para que la producción (sonido, comida, luces, espacio) del I Domingo Creativo saliera adelante.

GRACIAS A OMEDES, SANDRA, A.C. DELUXE, SNOWY, ANDY, MELILÚ y alguno más que seguro que se nos olvida…


¡A DOMINGUEAR CREANDO!